miércoles, 7 de diciembre de 2016

Días de champán, Rafel Nadal







Planeta, 2.014
Premios: ninguno.
Precio: 21 €
Adquisición: librería de segunda mano.









El autor

Rafel Nadal nació en Gerona, en 1.954 y es periodista. Escribe en La Vanguardia y colabora habitualmente en algunas televisiones catalanas. Ha ocupado diferentes cargos de responsabilidad en empresas editoras y grupos de comunicación. Fue director de El Periódico de Catalunya en el período 2.006-2.010. Es autor de 'Los mandarines'(Ariel, 2.011), un libro de retratos sobre el poder. Su obra más conocida es 'Días de Champán' (2.014), una saga familiar que recorre los escenarios más convulsos de la Europa del siglo XX.

Sinopsis

Cuatro generaciones y una sola pasión: el champán. Corre el año 1.885 cuando el joven Francisco Oller abandona su pueblo para labrarse un futuro mejor en Francia. Sus pasos le llevarán hasta Reims, en el corazón de la Champaña francesa, donde creará una potente industria en la elaboración de tapones de corcho

Mi crítica

Me llamó la atención esta novela al tratarse de una saga familiar. Es uno de mis géneros favoritos. Había algunas opiniones favorables en la red y por eso terminó figurando en mi lista de deseos. Una vez más, mis altas expectativas me han jugado una mala pasada, y es algo que me sucede bastante a menudo y que, por desgracia, me seguirá ocurriendo. Soy plenamente consciente de ello.

No me ha terminado de convencer el modo en que la novela se estructura o, más bien, el modo en que la narración está enfocada. Es como si el autor, Rafel Nadal, hubiese transcrito los apuntes que fue recopilando de sus investigaciones para ir recreando los acontecimientos. Como si la investigación tuviese, en ocasiones, más importancia que los hechos en sí. 

Personalmente prefiero que la narración se centre en los personajes. Que me cuenten lo que les sucedió a esos que se supone cobran vida en esta novela que abarca varias generaciones de la familia del autor. El negocio al que se dedican desde principios del siglo XX, la fabricación de los corchos que tapan las botellas de cava y champán, hará que inevitablemente el interés por el líquido que ayudan a preservar se produzca también.

Parece tener, en 'Días de champán', mucha importancia lo que el autor va descubriendo en torno a los acontecimientos que afectaron o que protagonizaron sus antepasados. En primera persona, va relatando qué documentos dan fe a lo sucedido y construye la historia a partir de los mismos. Este estilo indirecto de narrar da una perspectiva que, bajo mi punto de vista, distancia mucho al lector de los personajes. Preferiría sin duda alguna que los personajes hablaran por sí mismos, sin intermediarios, o que se hubiese recurrido a la socorrida figura del narrador omnisciente. 

La manera en que la trama está enfocada hace que los personajes resulten lejanos, se hace difícil empatizar con ellos. Rafel Nadal explica cómo su bisabuelo emigró de la Cataluña pobre de finales del siglo XIX al sur de Francia, donde había más oportunidades de vivir una vida mejor. Poco a poco, adaptándose a las costumbres francesas, fue prosperando en el negocio del corcho y del champán.

El ritmo es ágil y el narrador se centra en lo que considera estrictamente relevante para el desarrollo de la trama. Además, el estilo narrativo es coloquial y cercano, lo que favorece que la lectura sea fácil. Sin embargo, el hecho de que, al mismo tiempo, se conceda exclusiva importancia a determinados hechos desdeñando todo lo demás hace que los personajes pasen, de nuevo, a un segundo plano. Bajo mi punto de vista, tendría que haber un equilibrio más justo entre la acción y el desarrollo de las figuras principales que protagonizan la trama.

Esta manera de narrar a mi parecer es bastante insólita en una saga familiar tal y como las conocemos, ya que suelen caracterizarse por conceder mucha importancia a la psique de cada personaje. De vez en cuando, la obra está salpicada de cartas y misivas que, firmadas de puño y letra por los personajes de turno, otorgan un poco de cercanía a esas figuras que intervienen en la trama de una manera que se me antoja tan distante. 

Tampoco puedo decir que me hayan impresionado o apasionado los pasajes que versan sobre el negocio de los tapones de corcho y de la fabricación del champán, a nivel internacional, el modo de vida de las cuatro generaciones cuyas vidas se relatan en 'Días de champán'. De hecho, me hubiese gustado que simplemente fuera un telón de fondo para contar la historia de una familia, como sucede en otras tantas novelas. En esta ocasión es más bien lo contrario, o al menos así me lo ha parecido en la mayor parte de las páginas.

El final no me ha parecido memorable y deja algunas cuestiones en el aire. Sin embargo, mi indiferencia hacia el cierre de la obra se fue gestando desde el comienzo prácticamente, cuando sentí que mi conexión con los personajes no era algo que pudiera ser posible. En el epílogo, el autor confirma que se ha basado en hechos reales para relatar esta historia y que sólo ha dejado a la imaginación unos cuantos detalles, permitiéndose únicamente un par de licencias. Entonces entendí el problema: a mi es que me gusta la ficción.

Conclusión

Siento que, como lectora, no se me ha dado la oportunidad de conocer realmente a los personajes debido a la manera que ha elegido el autor de narrar la historia de su familia. Es una pena que el enfoque haya echado a perder una trama con perspectivas halagüeñas. Al menos, bajo mi punto de vista. No obstante, debo señalar que el hecho de que no me haya gustado 'Días de champán' ha sido tan solo cuestión de gustos. Mis razones son completamente subjetivas para no poder recomendarlo. Tampoco creo que vuelva a leer algo de Rafel Nadal si tiene este modo exclusivo de contar historias.

¿Recomendada?: No.

1 comentario:

  1. Leí su última novela que me gustó mucho. Esta la tengo anotada, pero no sé si la llegaré a leer.
    Un beso ;)

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